Las cosas se acaban "complicando" y claro, hay que hacer la presentación en las respectivas familias. Hasta aquí todo bien, un ritual tantas veces repetido a lo largo de la historia como amaneceres y atardeceres han habido... Ritual también temido cuando te toca vivirlo en primera persona.
Y bien es sabido que ese día te peinas como si fueras a hacer la primera comunión, te abrochas hasta el último botón de la camisa y te aseguras que todo está bien planchado, no vayan a pensar que su hijo no está en buenas manos... Respiras hondo y te dices - "sólo serán 2 ó 3 horas, sonreir a todos, ser amable, comer lo que te pongan aunque no te guste, y ya en nada estaré en casa de nuevo".
Lo que no dijimos antes es que la parejita se conoció en Londres, unos años atrás cuando ambos buscaban, desde diferentes perspectivas, explorar el mundo que nunca le enseñaron que existía. Una misión que nadie podía realizar en sus nombres, tenían que vivirla en primera persona. Siempre fue la intención que ese exilio voluntario fuera temporal, pero no contaron con encontrarse...
Y ocurrió. Después de tanto negarse que fuera posible, después de hacer cálculos kilométricos, económico-sociales, demográficos y tantos otros, no hubo otra salida más que pasarse a la aproximación empírica para la solución del problema. Y aquí estamos, yo de nuevo en Londres, viviendo juntos y con la inminente llegada de la fecha en la que conoceré a SU familia. La "mia famiglia" se merece otro blog completo :), pero veamos primero como va esta experiencia online.
Jajajajajaj solo por la foto final,merece la pena haber empleado 5 minutos en leerne todas las entradas!
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